El precandidato presidencial responsabiliza a la legalización de la coca del Chapare y a la «connivencia» con el narcotráfico como causas del aumento de la violencia en el país.

En un contundente mensaje, el exmandatario y precandidato presidencial Jorge Tuto Quiroga calificó como «horrible y abominable» el asesinato del capitán de policía José Carlos Aldunate, quien fue acribillado en un violento episodio que ha conmocionado al país. Quiroga vinculó este hecho con la política de tolerancia hacia el narcotráfico y la legalización de la coca del Chapare, asegurando que estas medidas han desencadenado un «desborde criminal» en Bolivia.

Un crimen que conmueve a Bolivia

El capitán Aldunate, quien se desempeñaba como escolta de altas autoridades, fue asesinado en un acto de violencia que ha generado indignación a nivel nacional. Según Quiroga, este tipo de hechos son consecuencia directa de la falta de firmeza del Estado frente al narcotráfico y la criminalidad organizada.

«Abominable, es parte de lo que es un desborde criminal y la violencia sin límites», afirmó el precandidato en declaraciones recogidas por medios locales. «Cuando un país legaliza la producción de coca del Chapare, que se destina única y exclusivamente a la cocaína, atrae elementos criminales nocivos», añadió.

La crítica a la política de Evo Morales

Quiroga no dudó en responsabilizar al expresidente Evo Morales y su política de «contemporización y connivencia» con el narcotráfico como uno de los factores que han llevado a Bolivia a esta situación. Según el precandidato, la defensa de la coca del Chapare y la falta de acciones firmes contra el crimen organizado han creado un caldo de cultivo para la violencia.

«Ahí están las consecuencias y Bolivia sufre estos eventos luctuosos que empañan al país y dejan una sensación de impunidad», señaló Quiroga. Además, criticó la actitud de Morales frente a la justicia, refiriéndose a su negativa a presentarse ante las autoridades judiciales y su aparición pública rodeado de personas armadas.

Un llamado a un Estado fuerte y firme

El precandidato insistió en la necesidad de un Estado «pequeño pero fuerte y firme» que haga cumplir la ley y ponga fin a dos décadas de lo que calificó como «connivencia con elementos criminales». Quiroga prometió que, de llegar a la presidencia, pondría fin al narcotráfico y la criminalidad en el país.

«Conmigo el narcotráfico no pasa y la criminalidad tampoco», aseguró. «Debemos dejar atrás el ‘todo vale’, donde impera la intimidación y la violencia. Eso se va a acabar», agregó.

Reacciones y contexto

El asesinato del capitán Aldunate se suma a una serie de eventos violentos que han sacudido a Bolivia en los últimos meses, incluyendo enfrentamientos en la Chiquitanía y otros actos de violencia atribuidos al narcotráfico. Estos hechos han reavivado el debate sobre la seguridad y la lucha contra el crimen organizado en el país.

Las declaraciones de Quiroga han generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores apoyan su postura firme contra el narcotráfico, otros critican su discurso como una estrategia política en plena campaña electoral.


Mientras tanto, Bolivia sigue enfrentando una ola de violencia que exige respuestas urgentes y acciones concretas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

JP/Andina