La Paz, Bolivia – Mario Silva, dirigente del transporte del Departamento de La Paz, manifestó en declaraciones recientes la preocupación del sector del transporte frente a las posibles modificaciones en la distribución y precios de los carburantes en Bolivia. Silva enfatizó que cualquier decisión sobre el tema debe tener un enfoque técnico y no político, advirtiendo sobre las consecuencias de politizar el asunto.
Durante una entrevista, Silva dejó claro que el sector del transporte demandará al Ejecutivo que se garantice la disponibilidad de gasolina especial a Bs 3.74 el litro. «Eso es lo que se va a pedir. Eso piden los compañeros de base y eso tiene que cumplirse ahora», afirmó el dirigente. Además, expresó su inquietud sobre la introducción de dos nuevas variedades de gasolina, la Premium Plus y la Premium, cuyos precios son significativamente más altos, lo que, según él, podría interpretarse como un «mini gasolinazo» encubierto.
El dirigente enfatizó que, si bien la gasolina especial debe ser asegurada para evitar que los transportistas se vean obligados a comprar carburantes más caros, el diésel es otro de los productos que requiere atención inmediata. «No hay garantías para la venta de este carburante», aseguró Silva, destacando que los transportistas de larga distancia, especialmente en el transporte pesado interdepartamental, están sufriendo graves perjuicios debido a la escasez de diésel.
Silva también hizo referencia a un ampliado de emergencia convocado por los dirigentes Lucio Gómez y Víctor Tarqui, donde se debatirán las posibles resoluciones a presentar en la reunión con el mandatario. Este encuentro será crucial para determinar el futuro del transporte en Bolivia, especialmente en lo que respecta a los precios de los pasajes, los cuales, según Silva, los transportistas están tratando de mantener estables. «Los choferes de Bolivia van a garantizar que no se afecte al pasajero», declaró, pero subrayó que todo dependerá de las respuestas que el Ejecutivo brinde a sus demandas.
Finalmente, Silva recordó la situación vivida en la década de los 80, cuando existía una diferenciación de precios entre el combustible subvencionado para el transporte público y el de precio internacional para vehículos particulares, sugiriendo que el país podría estar en riesgo de revivir un escenario similar si no se maneja adecuadamente el tema de los carburantes.
El sector del transporte permanece en alerta, esperando las resoluciones de la reunión con el gobierno. De no obtener respuestas satisfactorias, no se descarta la posibilidad de medidas de presión que podrían afectar a miles de usuarios en todo el país.
IL/Andina