El sector exige a la Asamblea Legislativa una ley que congele los créditos bancarios y responsabiliza al Gobierno de profundizar la crisis económica por la escasez de combustible y la falta de medidas estructurales.


“Nos declaramos en quiebra nacional”

El sector del transporte pesado del país anunció este lunes su declaratoria de quiebra nacional y advirtió que dejará de pagar impuestos y deudas bancarias, en protesta por la crisis económica que enfrenta Bolivia y la inacción del Gobierno ante la escasez de diésel.

Desde la ciudad de El Alto, el representante nacional del transporte pesado, Hugo Domingo Ramos, lanzó duras críticas contra el Gobierno, exigiendo soluciones inmediatas y estructurales. “Nosotros arrastramos nuestras deudas desde la época de la pandemia… la reprogramación de créditos solamente es alargar la agonía de todos los prestatarios”, reclamó visiblemente molesto.


Críticas a las autoridades y pedidos al Legislativo

Ramos responsabilizó directamente a entidades como el Ministerio de Economía, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y otras instituciones como Diprove y la Aduana Nacional, a las que acusó de “extorsionar” al sector en lugar de brindar apoyo.

“Dimos 72 horas la anterior semana para que el Gobierno se apiade de este sector y nos dé combustible, pero no hemos sido escuchados”, sostuvo Ramos, señalando que el incumplimiento de estas demandas fue determinante para tomar medidas drásticas.

El dirigente también arremetió contra los parlamentarios, a quienes llamó “parásitos del gobierno”, y les exigió actuar de inmediato:

“Ahora tienen que trabajar con una ley que beneficie a toda la población boliviana para congelar las deudas en los bancos”, expresó.


Denuncian intereses abusivos de la banca

El representante del transporte criticó los altos intereses que las entidades financieras aplican a los créditos:

“Las bancas jamás han perdido un centavo. Tienen créditos con intereses de 18%, 20%, 22%”, afirmó.
En ese marco, anunció que enviarán cartas a la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) y al Ministerio de Economía, pidiendo el congelamiento total de los créditos bancarios.


Combustible: un problema estructural

La falta de diésel en surtidores de distintas regiones del país ha sido uno de los factores que ha terminado por colapsar al sector. “No tenemos recursos económicos para poder trabajar. Esta crisis nos ha dejado sin operatividad”, declaró Ramos.

El dirigente recordó que el transporte pesado es un eslabón clave para el funcionamiento del país, y que sin una respuesta rápida, no descartan medidas de presión más contundentes en los próximos días.


Advertencia final

“No vamos a pagar impuestos ni las deudas bancarias”, reiteró Ramos, asegurando que se trata de una medida de supervivencia y no de rebeldía.

El sector espera una respuesta inmediata del Ejecutivo y del Legislativo, advirtiendo que la situación podría derivar en una paralización masiva del transporte de carga, con graves consecuencias para el abastecimiento interno.

EC/Andina