El dirigente del transporte Limbert Tancara afirma que la gasolina tiene una consistencia «más densa», sospechando una mezcla excesiva de etanol. Ante la falta de respuestas, enviarán muestras a laboratorios de Perú y Argentina para un análisis independiente.

El sector del transporte libre ha lanzado una seria advertencia a las autoridades gubernamentales, denunciando un incremento alarmante de daños y desperfectos en los motores de sus vehículos, presuntamente a causa de la mala calidad del combustible que se distribuye a nivel nacional. Limbert Tancara, representante del sector, anunció que, ante el silencio de las autoridades, tomarán la medida de enviar muestras de la gasolina a laboratorios de Perú y Argentina para realizar un análisis independiente y determinar su composición real.

Los transportistas sospechan que se está mezclando la gasolina con un porcentaje de etanol superior al permitido, lo que estaría provocando costosas averías en bombas de gasolina, inyectores y otros componentes del motor.

Sospechas sobre la mezcla con etanol

Tancara manifestó su desconfianza hacia la información oficial, argumentando que la evidencia empírica y los reportes de los mecánicos contradicen la versión de las autoridades. Señaló la existencia de decretos que regulan la mezcla, pero también un compromiso incumplido por parte del Ministro de Hidrocarburos.

«Si bien existen dos decretos supremos, una del 2018 que indican que se debe mezclar hasta el 12% con el etanol y el que ha salido recién el año pasado donde ya indican hasta un máximo de 25 %, lo cual en su momento el Ministro de Hidrocarburos se ha comprometido a dejar sin efecto aquello, pero lamentablemente según el testimonio de los compañeros mecánicos, la gasolina es más densa, más espesa, eso quiere decir que se está mezclando con mayor cantidad de etanol», afirmó Tancara.

El dirigente vinculó esta situación con la aparente normalización del abastecimiento, sugiriendo que la ausencia de filas en las estaciones de servicio podría deberse a que se «estiró» el combustible con aditivos en mayor proporción.

Muestras al exterior ante la falta de respuestas

Ante lo que consideran una falta de transparencia y respuesta por parte del gobierno, el sector ha decidido buscar una validación externa. La medida busca obtener pruebas contundentes sobre la composición del combustible que utilizan tanto el transporte público como los vehículos particulares en Bolivia.

«Anunciamos a la población y a las autoridades que, quien en algún momento nos han mentido, vamos a mandar muestras al vecino país de Perú y Argentina para que hagan las pruebas correspondientes sobre la calidad de combustible y sobre qué tipo de combustible nuestras movilidades (…) están utilizando en territorio nacional», sentenció el dirigente.

El alto costo para los transportistas

El impacto económico de estas fallas mecánicas es el principal motor de la protesta. Según Tancara, los conductores enfrentan gastos de reparación que superan los 10.000 bolivianos en casos de mantenimiento mayor de motor, además de costos recurrentes por el cambio de bombas de gasolina e inyectores.

«No vamos a permitir que (…) el chofer tenga que erogar arriba de los 10.000, 11.000, 12.000 bolivianos en estar haciendo mantenimiento de su movilidad, cambio de anillas o estar cambiando por arriba de los mil bolivianos la bomba de gasolina, los inyectores», reclamó.

Responsabilizan al Gobierno y a YPFB

Finalmente, Tancara aclaró que sus reclamos no están dirigidos a las estaciones de servicio, que actúan como meros comercializadores, sino a las entidades responsables de la producción y distribución del combustible en el país.

«El que es encargado de distribuir es YPFB, en coordinación con la ANH. Entonces los daños cuantitativos los vamos a pasar y vamos a responsabilizar a la autoridad de gobierno. Ellos ya deberían convocarnos, deberían explicarnos, deberían manifestar a la población qué tipo de combustible se está vendiendo a nivel nacional», concluyó.

JR/Andina