El Planteamiento de Incremento Automático
El dirigente del transporte libre, Limber Tancara, ha propuesto al Gobierno la autorización de un incremento en las tarifas del transporte público, una demanda que considera necesaria y urgente debido al aumento de los costos de operación y la inflación en Bolivia. Según Tancara, este ajuste debería realizarse de forma automática cada dos años, en línea con los incrementos salariales otorgados anualmente por el Gobierno a otros sectores laborales.
«Es importante que el ajuste de pasajes se haga automáticamente cada dos años, porque todos consumimos los mismos productos, pero el sector del autotransporte no tiene el mismo beneficio que otros trabajadores que reciben incrementos salariales anualmente», indicó el dirigente.
Tancara destacó que este planteamiento es parte de un esfuerzo por evitar que los aumentos de pasajes se realicen de forma esporádica, lo que provoca un impacto negativo en la población. En este sentido, argumentó que una actualización gradual permitiría amortiguar el golpe en los bolsillos de los ciudadanos.
Un Estudio Técnico y Socioeconómico para el Ajuste de Pasajes
El dirigente también hizo referencia a estudios previos sobre los costos de operación del transporte público en la ciudad de La Paz, los cuales datan del año 2016. En ese entonces, el precio del pasaje debería haber sido de Bs. 3,74, pero la tarifa se mantuvo en Bs. 2, un precio que considera insostenible en las condiciones actuales.
«Imaginen, el estudio del 2016 arrojó que el pasaje debería ser Bs. 3,74, y nos quedamos con una tarifa neutra de Bs. 2. Si hacemos un nuevo estudio hoy en 2024, con todos los aumentos que ya conocemos, es probable que el pasaje debería estar alrededor de Bs. 5», afirmó Tancara.
Sin embargo, reconoció que un incremento abrupto a ese nivel podría generar un rechazo masivo de la población. Por ello, sugirió la necesidad de encontrar un «punto neutro» que no afecte gravemente a los usuarios. «Debe haber consenso, no podemos afectar demasiado a la población», añadió.
En cuanto al estudio técnico, Tancara insistió en que debe incluir también un análisis socioeconómico que evalúe tanto la situación de los transportistas como la de los usuarios. Asimismo, pidió que se consideren las pérdidas económicas que sufre el sector del transporte debido a las constantes manifestaciones y bloqueos en la ciudad de La Paz.
Amenaza de Medidas de Presión
Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, el dirigente del transporte libre advirtió que, de no tomarse en cuenta sus demandas, el sector podría convocar a medidas de presión. «Hemos coordinado con otras federaciones, y si no recibimos una respuesta, no descartamos un paro general», afirmó Tancara, quien dejó claro que los transportistas llevan esperando una actualización de las tarifas desde 2015, y ya no pueden continuar operando bajo las mismas condiciones.
«El paro general será una realidad si no se escucha a este humilde gremio que lleva ocho años sin una actualización de tarifas», alertó.
El Debate sobre la Subvención de Combustibles
Otro de los puntos centrales del planteamiento de Tancara fue la cuestión de la subvención de combustibles, la cual, según él, no beneficia exclusivamente al sector del transporte público, sino también a otros actores como los mineros y los particulares. El dirigente cuestionó la falta de un tratamiento diferenciado en este aspecto, señalando que la subvención debería estar destinada principalmente al transporte público, si es que realmente se busca mantener la estabilidad en los precios.
«La subvención del combustible debería ser solo para el transporte público, no para todos. Es necesario que esto se discuta en las mesas técnicas», concluyó.
Un Llamado al Diálogo
Finalmente, Tancara hizo un llamado a las autoridades para que se inicie un diálogo serio y técnico sobre el tema. «Es importante que este debate no sea solo político, sino también técnico. Debemos llegar a un consenso con los usuarios y las autoridades para garantizar que el ajuste de tarifas sea justo para todos», manifestó.
Este planteamiento pone en evidencia una problemática que ha estado latente durante años en el sector del transporte público. La falta de una actualización tarifaria ha generado un malestar creciente entre los transportistas, quienes insisten en la necesidad de un ajuste que permita equilibrar los costos de operación con los ingresos del sector.
JR/Andina