El Viceministro de Defensa del Consumidor asegura que los gremialistas ya fueron atendidos y califica la movilización como innecesaria.

El Viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, se refirió a la marcha gremialista desde Patacamaya, calificándola de innecesaria y con motivaciones políticas. Asimismo, detalló los acuerdos alcanzados con distintos sectores y abordó los factores que mantienen el alto precio de la carne de res en Bolivia.

Marcha gremialista: una protesta sin sentido

Silva aseguró que las demandas del sector gremialista ya han sido atendidas, mencionando que se acordó un Decreto Supremo que excluye al comercio minorista del control y fiscalización establecidos en la disposición séptima de la Ley 1613.

“Se ha firmado un acuerdo con una confederación gremialista en el que se ratifica esta exclusión. Además, se ha emitido una propuesta de decreto en la que se establece, en el marco de la Constitución y la ley gremial, que el sector queda fuera del control y fiscalización”, precisó Silva.

Sobre el pedido de derogación de la normativa, Silva explicó que este proceso depende de la Asamblea Legislativa y no del Ejecutivo. Destacó que, mientras no haya consenso sobre temas como la lucha contra el agio, la especulación y el contrabando, la aplicación de la disposición séptima se mantiene en pausa.

“No entendemos otra razón para esta marcha que no sea política. Se está obligando a la gente a caminar en el sol, el viento y el frío sin motivo alguno”, enfatizó el viceministro.

Reunión con carniceros: contrabando, ferias y precios

En otro punto, Silva informó sobre una reciente reunión con la Federación de Trabajadores en Carne de El Alto (Futecra), donde se trataron cuatro temas clave: contrabando, ferias, precios y el rol de la Sennaac.

Uno de los principales problemas identificados es el contrabando de ganado hacia el Perú, lo que impide la reducción del precio de la carne a pesar de la suspensión de exportaciones.

“El ganadero espera al mejor postor. Si el comerciante boliviano ofrece 17 bolivianos, el ganadero prefiere vender a contrabandistas peruanos que llegan a pagar hasta 20 bolivianos por kilo”, reveló Silva.

El viceministro remarcó que esta dinámica alimenta el alza de precios y obliga a los comerciantes nacionales a competir con el contrabando. Ante este escenario, se analizan medidas para frenar la fuga de ganado y garantizar precios más accesibles para la población.

La problemática del precio de la carne y la polémica marcha gremialista siguen en la agenda del Gobierno, mientras las autoridades buscan equilibrar los intereses del sector privado y la estabilidad económica del país.

JR/Andina