El exsecretario ejecutivo de la COB asegura que los sindicatos están «corruptos» y no defienden los intereses de los trabajadores, mientras el gobierno «roba» a los jubilados.

La Paz, Bolivia – En una entrevista contundente, el exsecretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, lanzó duras críticas contra la actual dirigencia sindical y el gobierno, acusándolos de corrupción, inacción y traición a los intereses de los trabajadores. Solares, conocido por su postura firme y revolucionaria, no dudó en señalar que los sindicatos han perdido su rumbo y se han convertido en entidades «amarillas» y conformistas.

«Los sindicatos están corruptos y no sirven para nada»

Durante la entrevista, Solares no solo criticó a los dirigentes sindicales actuales, sino que también apuntó directamente al gobierno de Luis Arce. «El gobierno está robando la plata de los trabajadores», afirmó, refiriéndose a las promesas incumplidas de incrementos salariales y beneficios para los jubilados. «Los jubilados están totalmente indignados porque ha habido una burla del gobierno», agregó.

El exdirigente también denunció que la COB, otrora un bastión de la lucha obrera, se ha convertido en una institución «inactiva» y alineada con los intereses del gobierno. «Si los sindicatos son revolucionarios, vamos a tener una COB revolucionaria. Pero si son conformistas y amarillos, nunca va a haber una COB que defienda a los trabajadores», sostuvo.

Crisis sindical y falta de liderazgo

Solares atribuyó la crisis actual a la falta de formación y conciencia de las bases sindicales. «Las bases no leen, no investigan y no tienen un parámetro para opinar sobre lo que pasa en el país», dijo. Además, señaló que el gobierno ha dividido a las organizaciones sociales, incluyendo juntas vecinales, comités cívicos y sindicatos, debilitando su capacidad de acción.

El exdirigente hizo un llamado a los trabajadores, especialmente a los mineros, para que retomen su papel como vanguardia del movimiento obrero. «Ojalá los mineros puedan convertirse nuevamente en la vanguardia de los trabajadores», expresó, refiriéndose al próximo congreso de los mineros.

Corrupción en los sindicatos y en la empresa privada

Solares no solo criticó a los sindicatos y al gobierno, sino que también apuntó a la empresa privada, a la que acusó de ser «corruptora» y de ocultar información clave sobre su contribución al país. «¿Por qué el gobierno no dice claramente cuánto aporta la empresa privada al país en divisas cada mes, cada año?», cuestionó.

Además, denunció que tanto el gobierno como la empresa privada han creado un sistema opaco que beneficia a unos pocos en detrimento de la mayoría. «Los neoliberales y los que dicen ser socialistas aprendieron las mismas mañas. Estamos en lo mismo», afirmó.

Un llamado a la revolución sindical

Solares concluyó su intervención con un llamado a la acción. «Necesitamos sindicatos revolucionarios, independientes de cualquier gobierno, que defiendan los intereses de los trabajadores y del pueblo boliviano», dijo. También instó a los jóvenes a informarse, investigar y tomar una posición firme ante la realidad del país.

«Lo que hoy pasa en el país es una catástrofe terrible. Necesitamos una alternativa real, un presidente sincero que no permita el robo y que esté con el pueblo», sentenció.


Las declaraciones de Jaime Solares han encendido un debate urgente sobre el futuro del movimiento sindical en Bolivia. Mientras la COB y otros sindicatos enfrentan acusaciones de corrupción e inacción, el llamado a una revolución sindical parece resonar entre las bases trabajadoras. ¿Podrán los sindicatos recuperar su papel como defensores de los derechos laborales y los recursos naturales? El tiempo lo dirá.

IL/Andina