Superávit comercial: un respiro temporal

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, brindó un análisis detallado de la situación económica del país en una reciente conferencia de prensa. A pesar de que Bolivia registró un superávit comercial durante los últimos dos meses, Rodríguez subrayó que el balance global del primer semestre de 2024 sigue siendo negativo por aproximadamente 300 millones de dólares, según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Caída significativa en exportaciones e importaciones

Las cifras reveladas por el INE muestran una preocupante disminución en las exportaciones bolivianas, que cayeron un 22% en valor y un 12% en volumen en comparación con el mismo período del año anterior. Esta contracción, que equivale a una pérdida de 1.200 millones de dólares, se debe principalmente a la caída del 11% en los precios internacionales de los productos bolivianos.

Rodríguez destacó la situación crítica del sector de hidrocarburos, que sufrió una disminución de 204 millones de dólares, y del sector minero, que pese a haber incrementado su volumen exportado en un 13%, vio caer su valor en 840 millones de dólares debido a la reducción de precios. «Estamos viendo una caída generalizada que afecta gravemente a nuestra economía», afirmó Rodríguez.

Exportaciones no tradicionales: resiliencia frente a la adversidad

A pesar de la caída generalizada, las exportaciones no tradicionales, que incluyen productos agropecuarios, agroindustriales, forestales, madereros, manufactureros y artesanales, mostraron una mayor resiliencia. Este sector solo cayó un 11% en valor y un 10% en volumen, lo que representa una disminución de 160 millones de dólares. Rodríguez subrayó la importancia de este sector como generador de empleo y su dependencia de recursos renovables, lo que lo convierte en un pilar fundamental para la economía boliviana.

Dentro de las exportaciones no tradicionales, algunos productos mostraron un comportamiento positivo, como la joyería, la carne bovina, la castaña, la madera, la quinua y el azúcar. Sin embargo, el sector sojero, considerado la «reina» de las exportaciones no tradicionales, sufrió un duro golpe debido a la sequía, que provocó una disminución de 441.000 toneladas en exportaciones y una pérdida de 339 millones de dólares en comparación con el primer semestre del año anterior.

Impacto del dólar en las importaciones

Rodríguez también alertó sobre las consecuencias de la escasez y el alto precio del dólar en el país, que han impactado significativamente las importaciones. Durante los primeros seis meses de 2024, las importaciones cayeron en 871 millones de dólares. Los sectores más afectados fueron el equipo de transporte, con una disminución de 260 millones de dólares; los bienes de capital, con 195 millones de dólares; y los insumos, con 186 millones de dólares. Estos rubros son esenciales para la producción, el comercio y los servicios, lo que agrava aún más la situación económica.

Propuestas para enfrentar la crisis

En su intervención, Rodríguez hizo un llamado a la colaboración entre el sector público y privado para revertir esta situación. Propuso varias medidas, entre ellas la liberalización de las exportaciones, la promoción del sector productivo, la apertura de nuevos mercados externos y la creación de un fondo de promoción de exportaciones. «El país necesita con urgencia traer dólares», enfatizó Rodríguez, subrayando la necesidad de asegurar las divisas necesarias para financiar las importaciones de combustibles, bienes de capital y otros insumos vitales, que representan más del 80% de las importaciones de Bolivia.

Una encrucijada económica

Las declaraciones de Gary Rodríguez evidencian la compleja situación económica que enfrenta Bolivia, marcada por la caída en las exportaciones e importaciones y la presión del mercado cambiario. La necesidad de medidas urgentes y efectivas para estabilizar la economía es evidente, y el llamado a la cooperación entre el sector público y privado podría ser crucial para sortear los desafíos actuales. En un contexto de incertidumbre económica, las acciones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el futuro del país.

JR/Andina