Dirigentes advierten movilizaciones si no hay soluciones inmediatas.


Crisis económica y confrontación social

El secretario sindical de la Confederación Nacional de Gremiales de Bolivia, Javier Aranda, denunció la grave crisis que atraviesan los comerciantes y el pueblo en general debido al aumento desmedido de los precios de la canasta familiar. En declaraciones a medios de comunicación, el dirigente criticó la falta de respuestas efectivas por parte del Gobierno y rechazó las recientes medidas de priorización del combustible.

“Bolivia se respeta, carajo. Estamos en una decadencia grande, sufriendo día a día, mientras ellos tienen jugosos sueldos y no se preocupan”, expresó Aranda con indignación.

El dirigente gremial también señaló que las decisiones gubernamentales sobre la distribución del diésel solo provocarán enfrentamientos entre los transportistas y la población, advirtiendo que el país se encamina hacia una situación de confrontación similar a la vivida durante la pandemia del COVID-19.

“El Gobierno dice que traerá diésel a 11 bolivianos. ¿Cómo vamos a sostenernos con estos precios? Esto no es solución, es confrontación entre gremiales, transportistas y el pueblo”, advirtió.


Exigen anulación total de las medidas

Aranda dejó en claro que su sector no aceptará ningún tipo de diálogo con el Gobierno mientras no se anulen completamente las medidas impuestas. Aseguró que, pese a que el Ejecutivo aún no los ha convocado a negociaciones, no aceptarán sentarse a la mesa hasta que se reviertan las disposiciones gubernamentales.

“Nosotros no queremos que se congele, queremos la anulación completa para poder sentarnos con el señor Silva o cualquier autoridad del Gobierno”, sentenció.

El dirigente informó que los gremiales han decidido postergar una marcha programada para no afectar aún más a la ciudadanía, pero mantienen su estado de emergencia y están listos para movilizarse si no reciben respuestas concretas.


Advertencia de movilizaciones

Al respecto, Aranda reveló que otros sectores ya han anunciado protestas y bloqueos a partir del 15 de marzo, y que los gremiales podrían sumarse si el Gobierno no atiende sus demandas.

“Si no hay solución, el mismo Gobierno nos está empujando a salir a las calles, a hacer marchas y bloqueos. No queremos perjudicar más al pueblo, pero es la única manera de ser escuchados”, afirmó.

La crisis por el incremento de precios en los productos básicos, sumada a la escasez de combustible y la falta de medidas paliativas, está encendiendo nuevamente las tensiones sociales en Bolivia. Los gremiales advierten que, de no haber una respuesta inmediata, las movilizaciones serán inevitables y el conflicto se profundizará en las próximas semanas.

JR/Andina