Mercedes Quisbert, representante de los gremiales de la Uyustus, ha expresado públicamente la creciente preocupación de su sector frente a varios temas que afectan directamente a los comerciantes y al pueblo boliviano en general. En una entrevista reciente con medios de comunicación, Quisbert destacó las resoluciones adoptadas durante una importante asamblea nacional de gremiales, realizada en la ciudad de Cochabamba, que contó con la presencia de secretarios generales y diversas bases del gremio.

Entre los temas tratados, el acceso al dólar, la regulación de aduanas y las políticas fiscales de impuestos nacionales son los más críticos. Los gremiales han dado al gobierno un plazo hasta el 7 de junio para iniciar un diálogo que permita encontrar soluciones a estos problemas. De no recibir una respuesta favorable, han anunciado que retomarán las movilizaciones a partir del 10 de junio.

Quisbert subrayó que las movilizaciones no buscan desestabilizar al país, sino exigir soluciones justas a problemas que afectan a todos los bolivianos. «La molestia es para todos. Incluso cuando salimos a las marchas, la gente se acopla a nuestras protestas, nos aplauden porque saben que estamos pidiendo lo justo», afirmó.

A pesar de haber enviado cuatro cartas al presidente y haber intentado dialogar con el vicepresidente, la Aduana Nacional y el Servicio de Impuestos Nacionales, los gremiales no han recibido respuesta alguna. Esta falta de comunicación ha incrementado la frustración del sector, que ahora se prepara para tomar medidas más contundentes.

«Si no hay ningún tipo de solución a los temas que tenemos, el día 10 estaremos en las movilizaciones», declaró Quisbert, reiterando que la lucha de los gremiales es una lucha por el bienestar de todos los bolivianos, y no está alineada con ningún partido político.

JR/Andina