Ministro Yamil Flores afirma que producción cubrirá demanda de plantas industriales y canasta familiar


Un plan a largo plazo para asegurar alimentos y materia prima

Desde la Casa Grande del Pueblo, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores Lazo, informó este martes que el Gobierno nacional ha diseñado un plan estratégico para garantizar el abastecimiento de arroz y maíz en el país hasta el año 2030. La medida incluye una inversión de 350 millones de bolivianos durante los próximos cinco años, en el marco de un nuevo decreto que asegura tanto la producción agrícola como el funcionamiento de nueve plantas de industrialización distribuidas en el territorio nacional.


“Vamos a cubrir toda la demanda industrial”

Según explicó el ministro Flores, el objetivo central de este decreto es asegurar dos elementos clave: el consumo de productos básicos en la canasta familiar y la provisión de materia prima para el funcionamiento de complejos industriales del Estado.

“Con este programa vamos a cubrir las 268.000 toneladas anuales de maíz que requiere la industria y las 78.000 toneladas de arroz necesarias para su acopio y abastecimiento a nivel nacional”, detalló Flores durante su alocución.

La planificación contempla plantas de almacenamiento, transformación y acopio en regiones clave como Ixiamas (La Paz), San Andrés (Beni), Yacuiba (Tarija), Cabezas (Santa Cruz), Ivirgarzama, Cuatro Cañadas, San Julián, San Pedro y el ingenio de Los Cerezos Yapacaní.


350 millones de bolivianos para la seguridad alimentaria

Flores señaló que el gobierno invertirá 350 millones de bolivianos en el marco del decreto aprobado, como una medida estructural para asegurar la soberanía alimentaria del país.

“Estamos cumpliendo como gobierno. Este decreto garantiza no solo el consumo en las mesas, sino también la materia prima para las nueve plantas de industrialización que estamos implementando”, remarcó el ministro.

Además, expresó su expectativa de que esta política no solo asegure el abastecimiento, sino que también motive a los productores a incrementar su participación en la cadena productiva nacional.


Hacia una producción sostenible

La política se proyecta hasta 2030, con la meta de convertir la producción de arroz y maíz en una actividad sostenible y autosuficiente. Flores subrayó que se busca una relación equilibrada entre las necesidades del consumidor final y el aparato industrial, sin depender de importaciones.

“Esperamos que con este decreto podamos ser sostenibles, los productores puedan motivarse a la producción y tener garantizado estos dos insumos hasta el 2030”, concluyó.


La implementación de plantas industriales estatales forma parte del modelo de industrialización con sustitución de importaciones impulsado por el gobierno central. La demanda creciente de maíz y arroz, tanto para consumo como para transformación industrial, ha sido uno de los retos clave en los últimos años, especialmente ante los cambios climáticos y fluctuaciones en los precios del mercado internacional.

JR/Andina