El senador del Movimiento al Socialismo (MAS), Félix Ajpi, sugirió que la reactivación del caso Catler podría formar parte de una estrategia política destinada a la victimización de algunos candidatos de la oposición de derecha. Según el legislador, este tipo de procesos generan una mala imagen del país a nivel internacional y pueden ser utilizados para deslegitimar las elecciones generales de agosto.

Un proceso reactivado en un momento clave

Ajpi cuestionó el momento en el que se ha decidido desempolvar el caso, señalando que podría responder a intereses políticos.

“Si se ha hecho un proceso y ese es nuestro órgano judicial en aquel entonces, el poder judicial que trabajó de una manera irresponsable, ahora ellos también deben tener algunos procesos guardados en contra de nuestro sector político,” declaró el senador.

Asimismo, denunció que el actual Tribunal Constitucional está conformado por “cinco delincuentes”, lo que, según él, pone en riesgo la estabilidad jurídica del país.

“Eso se demuestra a nivel internacional, que la responsabilidad jurídica en Bolivia no existe y eso maneja la oposición como inseguridad jurídica,” sostuvo.

“Una estrategia de victimización”

El legislador también manifestó su sospecha de que la oposición podría estar detrás de la reactivación del caso Catler para generar una imagen de persecución política y reforzar su posición ante el electorado.

“Puede estar orquestado por la oposición, porque algo tienen que hacer para consolidarse. Pueden reactivarse estos procesos sabiendo que no van a llegar a ninguna parte,” afirmó Ajpi, agregando que la estrategia sería “una victimización exagerada” de los involucrados.

El senador insistió en que este tipo de acciones pueden afectar la credibilidad del proceso electoral y ser utilizadas como argumento para desestabilizar la contienda.

Debate obligatorio: una cuestión de voluntades

En otro tema, Ajpi también se pronunció sobre la propuesta de un debate obligatorio entre los candidatos presidenciales. Aseguró que nadie puede ser obligado a debatir, pero que un aspirante serio debería hacerlo para demostrar sus propuestas.

“Si uno quiere convencer a la opinión pública de su capacidad de candidato y sus programas de gobierno, tiene que hacerlo a través del debate,” expresó.

Sin embargo, también diferenció la situación boliviana de la de Estados Unidos, argumentando que en el país norteamericano los debates funcionan porque hay “una sola línea ideológica”, mientras que en Bolivia existen dos posiciones claramente diferenciadas:

“Unos que protegemos la estabilidad del país sin vender los recursos naturales, y otros que buscan entregar las riquezas a intereses extranjeros,” concluyó.

Contexto electoral y perspectivas

Las elecciones generales están previstas para el 27 de agosto, según la disposición del Tribunal Supremo Electoral (TSE). La reactivación del caso Catler ha generado diversas interpretaciones en el espectro político boliviano, con acusaciones cruzadas sobre su verdadero propósito. Mientras el expresidente Jorge Tuto Quiroga denuncia que se trata de una “tramoya” para inhabilitarlo, desde el oficialismo se sugiere que podría ser un intento de victimización de la oposición.

El desarrollo de los acontecimientos en los próximos meses definirá el impacto de este caso en el escenario político boliviano y en el proceso electoral en marcha.

IL/Andina