Choferes duermen en surtidores y la circulación de buses se reduce al 50 %; incertidumbre ante las fiestas de fin de año
La presidenta del Transporte Internacional de Pasajeros, Beatriz Patón, denunció la persistente crisis por el desabastecimiento de diésel, que afecta gravemente la operación de buses hacia destinos nacionales e internacionales. En declaraciones a medios de comunicación, Patón alertó que esta situación podría empeorar durante las fiestas de fin de año, una temporada clave para el sector.
Choferes varados en surtidores
Patón señaló que, aunque el suministro de gasolina se ha normalizado, el diésel sigue siendo un problema crítico.
«Los choferes están durmiendo en los surtidores por tres o hasta cuatro días para poder cargar combustible. Esta situación está perjudicando gravemente nuestras operaciones», afirmó.
El retraso en la provisión de diésel ha obligado a los transportistas a reducir la frecuencia de los viajes, afectando tanto a los usuarios como a la logística del sector.
Temporada alta en riesgo
La presidenta expresó su preocupación por las fiestas de fin de año, una época de alta demanda debido al aumento de viajes hacia ciudades como Cochabamba, Santa Cruz y destinos internacionales como Perú, Chile y Argentina.
«Si mejora la venta de diésel, no vamos a tener problemas. Pero si esto sigue, vamos a sufrir peor, porque en esta época del año las personas se movilizan mucho, y nosotros no estamos pudiendo cubrir esa demanda», explicó Patón.
Actualmente, solo el 50 % de los buses están operando, lo que significa que diariamente se cancelan la mitad de las salidas programadas.
Impacto económico y regulaciones
Ante la crisis, el incremento de pasajes podría ser una solución para cubrir los costos operativos. Sin embargo, según Patón, esta medida no es posible debido a las regulaciones impuestas por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT).
«Deberíamos incrementar los pasajes por estas fechas, pero la ATT nos regula y no podemos hacerlo sin su autorización», explicó.
La presidenta también destacó que la crisis no solo afecta a los transportistas, sino también a los usuarios, quienes enfrentan mayores tiempos de espera y limitaciones en la oferta de viajes.
Una solución urgente
El transporte internacional de pasajeros es un servicio vital que conecta a miles de personas con sus destinos en Bolivia y países vecinos. La falta de diésel representa no solo un desafío operativo para el sector, sino también un obstáculo para la movilidad de los ciudadanos en una temporada clave.
Patón instó a las autoridades a garantizar la normalización del suministro de diésel para evitar un colapso mayor en el transporte durante las fiestas de fin de año, cuando la demanda alcanza su punto más alto.
El sector aguarda respuestas inmediatas para poder reanudar sus operaciones al 100 % y asegurar que los pasajeros lleguen a sus destinos sin mayores contratiempos.
JR/Andina