Presidenta Karina Serrudo destaca protección del mercado nacional como prioridad del Gobierno frente a caída de ingresos por ventas externas

La presidenta de la Aduana Nacional, Karina Serrudo, presentó este lunes un informe detallado sobre la situación de las exportaciones de derivados de soya, destacando una notable disminución en los volúmenes y valores exportados durante la gestión 2024 y el primer semestre de 2025. La autoridad explicó que esta reducción responde a una política estatal enfocada en garantizar el abastecimiento interno y proteger la seguridad alimentaria de la población boliviana.

Reducción en exportaciones de torta de soya

Durante la conferencia, Serrudo informó que entre 2021 y 2023, Bolivia exportó en promedio 24 millones de toneladas de torta de soya, generando más de $1.010 millones en ingresos anuales. Sin embargo, en 2024 los volúmenes bajaron a 17 millones de toneladas, con un valor de $647 millones.

En los primeros cinco meses de 2025, las exportaciones alcanzaron solo 609.000 toneladas, con un valor de $180 millones, lo que representa una caída significativa frente a las gestiones anteriores.

“La reducción de las exportaciones de torta de soya obedece principalmente a una decisión firme del Gobierno nacional por proteger el abastecimiento interno y garantizar la seguridad alimentaria del pueblo boliviano”, explicó Serrudo.

La presidenta también recordó que la exportación de estos productos está condicionada a la emisión de certificados de abastecimiento y precio justo, conforme al Decreto Supremo 725 del 6 de diciembre de 2010.

Aceite crudo de soya: exportaciones también caen

Un comportamiento similar se evidenció en las exportaciones de aceite crudo de soya. Entre 2021 y 2023, Bolivia exportó un promedio de 557.000 toneladas anuales, con un valor superior a $646 millones.

En 2024, los despachos cayeron a 369.000 toneladas, por un valor de $311 millones. Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones sumaron 123.000 toneladas, con ingresos de aproximadamente $103 millones.

“Las exportaciones de aceite crudo, al igual que las de torta de soya, están sujetas a certificaciones que garantizan el abastecimiento interno. Se prioriza el consumo nacional sobre la exportación”, afirmó la autoridad.

Este control responde a lo establecido en el Decreto Supremo 29524 de 2008.

Aceite refinado de soya: crecimiento en 2024 y leve baja en 2025

Una excepción relativa se dio en las exportaciones de aceite refinado de soya. Serrudo señaló que en 2024 se registró un crecimiento importante, alcanzando más de 130.000 toneladas exportadas por un valor de $358 millones, frente a un promedio de 98.000 toneladas y $125 millones entre 2021 y 2023.

No obstante, entre enero y mayo de 2025 se observa nuevamente una reducción: se exportaron 49.000 toneladas por un valor de $56 millones, cifras inferiores al mismo periodo del año anterior.

Certificación fitosanitaria y modernización del comercio exterior

La Aduana Nacional también anunció su incorporación plena al sistema VUCE (Ventanilla Única de Comercio Exterior) con la implementación del certificado fitosanitario de exportación para torta y aceite de soya, en coordinación con el SENASAG.

“Esta incorporación es el resultado del arduo trabajo de coordinación interinstitucional, en el marco del compromiso con la modernización del comercio exterior boliviano”, afirmó Serrudo.


Aunque los ingresos por exportación han disminuido, el Gobierno asegura que las medidas adoptadas son necesarias para proteger el consumo interno, evitar la escasez y controlar la inflación de productos de primera necesidad. La política de priorizar el mercado nacional, subrayó Serrudo, continuará vigente mientras se mantenga la necesidad de asegurar el abastecimiento en el país.

JR/Andina