El proceso electoral se regirá estrictamente por la Constitución y la ley, afirma autoridad del Órgano Electoral


La Paz, Bolivia — El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Ávila, advirtió este martes que el Órgano Electoral no aceptará ningún tipo de presión por parte de organizaciones políticas o sociales en el marco de la inscripción de candidaturas rumbo a las elecciones generales de 2025. En una declaración firme, ratificó que todo el proceso se ceñirá a lo que dicta la Constitución Política del Estado y la normativa vigente.

“Contundente: no vamos a trabajar bajo presión. Nuestro único mecanismo de guía es la Constitución y la ley, y en base a eso vamos a trabajar”, declaró Ávila, remarcando que el TSE actuará con independencia y transparencia ante cualquier intento de interferencia política.

Las reglas son claras

Según explicó el vocal, cualquier organización política que cuente con personería jurídica vigente podrá presentar sus listas de candidatos a través de sus delegados acreditados. Sin embargo, esas listas estarán sujetas a una rigurosa verificación posterior para confirmar si los postulantes cumplen con los requisitos legales para participar.

“Una vez que se registren esas listas, posteriormente nosotros verificamos qué ciudadanos han cumplido los requisitos y cuáles no para ser candidatos”, aclaró Ávila.

Elecciones confirmadas para el 17 de agosto de 2025

El vocal también confirmó el calendario electoral, ratificando que las elecciones generales se llevarán a cabo el 17 de agosto de 2025, tanto en Bolivia como en los 32 países donde votarán los ciudadanos bolivianos residentes en el exterior.

“Tenemos un mandato constitucional y legal. Las elecciones se van a realizar el 17 de agosto en Bolivia y en los 32 países donde emitirán nuestros compatriotas. Ese es el compromiso que tiene el Órgano Electoral”, afirmó.

Advertencia sobre el respeto a los derechos ciudadanos

Ávila subrayó que si bien las manifestaciones son un derecho ciudadano, estas no deben vulnerar los derechos de otros. En caso de que la situación lo requiera, el TSE no dudará en recurrir a las instancias establecidas por la Constitución para preservar la seguridad y el orden del proceso electoral.

“Vamos a exigir siempre respeto a los derechos de las y los ciudadanos. Eso no implica que nuestro trabajo se condicione a una presión, de ninguna manera”, finalizó.

Con esta declaración, el TSE busca reafirmar su autonomía institucional frente a un clima político marcado por tensiones internas dentro del oficialismo y demandas crecientes desde distintos frentes sociales.

JP/Andina