Costo supera los Bs. 19,50 por kilo y llega a Bs. 21 al consumidor final
El precio de la carne de pollo sigue en ascenso en la ciudad de El Alto, alcanzando los 19,50 bolivianos por kilo en los puntos de venta mayoristas y llegando hasta los 21 bolivianos para el consumidor final. Ante esta situación, amas de casa y consumidores exigen al Gobierno controles efectivos para evitar el agio y la especulación, ya que el alza afecta directamente el presupuesto destinado a la canasta familiar.
Contradicciones entre el Gobierno y los comerciantes
Joacir Calamani, representante del sector avícola, desmintió las declaraciones del Gobierno central respecto al precio del pollo y aseguró que la realidad en los mercados es diferente a la versión oficial.
“El Gobierno dice que el kilo de pollo está entre 14,50 y 15 bolivianos, eso es una mentira total. Ni en EMAPA van a encontrar ese precio. Hoy lo estamos vendiendo a 19,50 y 21 bolivianos al consumidor final”, afirmó Calamani.
Además, explicó que el costo elevado se debe a que el pollo proveniente de Cochabamba se comercializa a 18,50 bolivianos el kilo y el que llega desde Santa Cruz a 20 bolivianos. Esta situación impacta directamente en el precio final para los consumidores.
Factores que influyen en el incremento
Según Calamani, el encarecimiento del pollo está relacionado con diversos factores económicos, como la escasez de dólares y diésel, lo que ha generado un aumento en los costos de producción y transporte. También recordó que los productores ya habían advertido sobre un posible desabastecimiento desde el primer trimestre del año.
“Es de conocimiento público que no hay dólar, no hay diésel y todo ha subido de precio. Estas son las consecuencias que ahora estamos pagando”, señaló.
Exigencia de controles y preocupación de los consumidores
Las amas de casa expresaron su preocupación, ya que el incremento del precio del pollo afecta su economía diaria y limita su capacidad de adquirir otros productos básicos. Piden a las autoridades que tomen medidas inmediatas para regular el mercado y evitar abusos por parte de los intermediarios.
El control del agio y la especulación es una demanda constante de la población, especialmente en un contexto de dificultades económicas. Sin embargo, hasta el momento, no se han anunciado medidas concretas para frenar el alza de precios en productos de primera necesidad.
Un problema que se agrava
Mientras el Gobierno mantiene su versión sobre precios más bajos, los consumidores y comerciantes enfrentan una realidad distinta en los mercados. El incremento del costo del pollo se suma a otros aumentos en los productos de la canasta básica, generando mayor incertidumbre entre la población.
Las amas de casa y sectores afectados continúan esperando una respuesta oficial que garantice estabilidad en los precios y permita a las familias bolivianas sobrellevar la crisis económica con mayor tranquilidad.
EC/Andina