El dirigente del Transporte Pesado Internacional acusa a la Aduana de actuar como cómplice en el robo de vehículos y exige una reforma profunda; advierte que el sector está al borde del colapso por la escasez de diésel
Domingo Ramos, dirigente del Transporte Pesado Internacional, lanzó duras críticas contra la Aduana Nacional y el Gobierno, a los que acusa de encubrir hechos delictivos y de agravar la crisis del transporte por la falta de combustible. El representante no descartó movilizaciones y exigió una reestructuración institucional profunda. También cuestionó la política de subvención de hidrocarburos, a la que calificó de “máscara” para ocultar el desvío de recursos.
“La Aduana está encubriendo delitos”
Ramos denunció públicamente que la Aduana Nacional decomisó un vehículo que había sido robado en la ciudad chilena de Arica, pese a que —según afirma— se presentaron documentos probatorios que demostraban su condición irregular y su posterior denuncia. El conductor, presunto implicado en el delito, fue liberado, mientras que el vehículo permanece retenido bajo el argumento de contrabando contravencional.
“No podemos permitir este tipo de abusos a países vecinos como Chile. El maleante fue liberado y el vehículo decomisado. Entonces, ¿qué puedes pensar? Que la Aduana Nacional es cómplice del robo de vehículos a espaldas de todo el pueblo boliviano”, denunció Ramos.
El dirigente aseguró que este caso fue reportado incluso ante la Cancillería y la Cámara de Diputados, sin que hasta la fecha se haya obtenido respuesta alguna.
“Vamos a dinamitar la Aduana, figurativamente hablando”
Indignado por la falta de respuestas, Ramos aseguró que el transporte pesado no seguirá tolerando los abusos de la Aduana Nacional. Aseguró que esta institución se ha convertido en una entidad de “confiscación” que atenta incluso contra los propios bolivianos, decomisando mercancía nacional sin justificación.
“Vamos a ser quienes vamos a dinamitar la Aduana, figurativamente. Es decir, vamos a dar el apoyo total a un nuevo liderazgo, porque esta institución solo perjudica al país”, afirmó, adelantando su respaldo político a la candidatura de Jaime Dunn.
Asimismo, señaló que lo que ocurre actualmente es un “contrabando a la inversa”, en referencia a los decomisos a productos nacionales en lugares como Viacha, situación que calificó de absurda.
Filas de días y diésel escaso: “Estamos mal”
Ramos también se refirió a la persistente escasez de combustible, que afecta gravemente al transporte pesado a nivel nacional. Señaló que en algunas regiones los transportistas deben hacer fila durante tres o cuatro días para cargar combustible.
“Estamos mal. No hay combustible, pero estamos aguantando. La única salida es eliminar la subvención e ir hacia una libre importación de diésel. Nos han ofrecido combustible a buen precio desde Chile, con documentos”, explicó.
En ese marco, el dirigente criticó duramente la política de subvención de hidrocarburos, a la que acusó de ser un mecanismo encubridor de corrupción:
“El gobierno, con la mascarilla de la subvención, nos ha robado a todos los bolivianos”, sentenció.
Llamado a un nuevo liderazgo: “Tuto, Mesa y Manfred son la misma calaña”
Al cierre de sus declaraciones, Ramos cuestionó a los principales líderes políticos del pasado y del presente, señalándolos como responsables directos del deterioro económico que atraviesa el país. Rechazó cualquier posibilidad de que figuras tradicionales vuelvan al poder y pidió apostar por un nuevo líder sin vínculos con los gobiernos anteriores.
“Tuto, Mesa, Manfred… son la misma calaña masista. Nosotros como bolivianos debemos apostar a un nuevo líder que nunca haya pisado el Palacio de Gobierno y que nos dé respuestas reales a todos los sectores empobrecidos”, concluyó.
El transporte pesado está en pie de lucha y con un mensaje claro: si no hay soluciones, el colapso es inminente. Denuncias de complicidad institucional, crisis energética y un reclamo de cambio estructural marcan la agenda de un sector que se siente abandonado y dispuesto a movilizarse.
JR/Andina