El sector denuncia que la exportación prioriza mercados extranjeros mientras la población enfrenta escasez y elevados precios.


El pedido: suspender exportaciones por un año

Germán Cachi, exdirigente de la Federación de los Trabajadores en Carne de El Alto, expresó la preocupación del sector por el impacto de la exportación de carne de res en el abastecimiento interno. «La exportación ha afectado a gran parte del ganado vacuno. La carne de primera calidad se va al extranjero, mientras nosotros quedamos con carne de segunda y tercera calidad», afirmó.

En ese sentido, los comercializadores han solicitado al Gobierno que suspenda las exportaciones por un año para estabilizar el mercado local y garantizar el acceso de la población a este producto esencial de la canasta familiar.


Impacto en los precios: un alza insostenible

El aumento de 10 bolivianos en el precio del kilo gancho ha generado preocupación entre comercializadores y consumidores. Actualmente, el kilo gancho supera los 30 bolivianos, lo que repercute directamente en el precio final para las amas de casa.

«Nuestros detallistas en el mercado están siendo atacados por las compradoras, quienes creen que somos responsables del incremento. Pero no es culpa nuestra, sino de los productores que prefieren vender a las empresas exportadoras porque pagan más», aseguró Cachi.


Posible desabastecimiento

Cachi advirtió que la situación podría agravarse en los próximos días: «Hoy, en La Paz, ya están cerrando mercados porque se están quedando sin carne. Esto afecta no solo a nuestro sector, sino a toda la población boliviana».

Además, rechazó las acusaciones de agio y especulación, enfatizando que el problema radica en la falta de medidas gubernamentales para regular el mercado interno frente a las exportaciones.


Sector en crisis y llamado al Gobierno

El pedido de los comercializadores de carne refleja una creciente preocupación por la sostenibilidad del suministro interno de alimentos básicos. «El Gobierno debe plantear soluciones claras. Si no actúan, la escasez y los altos precios continuarán afectando a la población», concluyó Cachi.

Por ahora, el futuro del mercado de la carne en el país sigue siendo incierto, con consumidores y comerciantes enfrentando un panorama cada vez más complicado.

EC/Andina