En un reciente audio que circula en redes sociales, Cindy Sarai Vargas Pozo, presunta víctima en el caso de trata y tráfico que involucra al expresidente Evo Morales, se declaró en la clandestinidad junto a su hija de ocho años. Vargas denuncia un intento de secuestro y señala directamente a la Policía boliviana, al gobierno de Luis Arce y a varios funcionarios públicos por vulnerar sus derechos y poner en riesgo su seguridad y la de su familia.
El incidente del 2 de octubre: «Intentaron secuestrarme a mí y a mi hija»
En el audio de más de seis minutos, Vargas relata un dramático intento de secuestro ocurrido el 2 de octubre, al promediar las 6:23 p.m., en el que asegura que fue interceptada por un sargento de la Policía boliviana, Reynaldo Mamani. Según su testimonio, Mamani le pidió su placa y licencia, y al no contar con estos documentos, realizó una llamada que desencadenó la llegada de una vagoneta gris con tres efectivos de civil que se identificaron como miembros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
“Ellos me dijeron que la moto había sido identificada como robada, pero cuando pedí la documentación, procedieron a forcejearme y violentamente intentaron quitarme a mi hija”, declaró Vargas, quien asegura que la intervención de los vecinos fue crucial para evitar el secuestro. Tras el forcejeo, los presuntos agentes huyeron del lugar.
La camioneta y los efectivos de inteligencia
Vargas también menciona la llegada de otro vehículo, una camioneta blanca modelo Toyota Hilux con placas 40989 SP, registrada a nombre de Eric Rodríguez Huarachi, actual efectivo de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (DIPROVE). Según Vargas, dentro de la camioneta había cuatro efectivos de inteligencia, dos de los cuales intentaron nuevamente llevarse a su hija.
«Sujeté a mi hija con todas mis fuerzas para evitar que la metieran en la camioneta mientras gritábamos pidiendo auxilio«, relató Vargas, quien afirmó que los efectivos huyeron del lugar tras la intervención de los vecinos.
Posteriormente, otro efectivo policial uniformado apareció en la escena y, tras conversar con la directora del colegio cercano, habló con los padres de familia presentes, confirmando que los hombres de civil eran agentes de inteligencia.
Declaración de clandestinidad y acusaciones al gobierno
Vargas manifestó que, tras los hechos, decidió no denunciar formalmente lo ocurrido debido a la falta de garantías de seguridad por parte de la Policía. Además, se declaró en clandestinidad junto a su hija, asegurando que el gobierno y otros actores políticos han vulnerado sus derechos y los de su familia.
«Me declaro en clandestinidad porque no tengo garantías de seguridad ni para mí ni para mi hija. Hago responsable al gobierno de Luis Arce, a la Policía boliviana y a varios funcionarios por cualquier cosa que nos ocurra«, sentenció Vargas en el audio. También denunció que su identidad y la de su familia han sido expuestas sin filtros, lo que ha generado un clima de odio hacia ellos.
Persecución política y manipulación mediática
En su denuncia, Vargas acusa al gobierno de utilizar su caso con fines políticos y de exponer a su familia en medio de una disputa que no les compete. Asegura que su familia no está alineada con ninguno de los «bandos» en conflicto, pero que ha sido arrastrada a una pugna política.
«Nos están metiendo al medio de esta disputa política sin que tengamos nada que ver. Mi familia está siendo víctima de persecución política«, concluyó.
Contexto del caso
Este caso ha cobrado relevancia debido a las acusaciones contra el expresidente Evo Morales por trata y tráfico, además de otras denuncias relacionadas con delitos sexuales. La declaración de Vargas añade una nueva dimensión al caso, generando mayor controversia y tensión en el ámbito político boliviano. Hasta el momento, las autoridades no han emitido una respuesta oficial ante estas nuevas denuncias.
“Intentaron secuestrarme a mí y a mi hija… Gracias a Dios y a la ayuda de los vecinos, nos soltaron.”
“Me declaro en clandestinidad porque no tengo garantías de seguridad ni para mí ni para mi hija.”
“Nos están metiendo al medio de esta disputa política sin que tengamos nada que ver.”
Este incidente deja en evidencia la creciente tensión política en Bolivia, con el caso de Evo Morales como uno de los puntos centrales de la agenda pública.
Andina