La Paz, Bolivia – En un clima de creciente tensión sobre la política de hidrocarburos, Mario Silva, dirigente del sector de transporte, expresó un contundente rechazo a la propuesta de realizar un referéndum consultivo sobre la eliminación de la subvención a los hidrocarburos. Silva calificó la medida como inconstitucional y acusó al Gobierno de intentar «lavarse las manos» y delegar responsabilidades que le corresponden.

Rechazo al Referéndum: «No es Competencia del Tribunal Electoral»

Silva argumentó que la realización de un referéndum consultivo sobre un tema tan sensible como la subvención de los hidrocarburos no es competencia del Tribunal Supremo Electoral ni del Gobierno. “Esto tiene que saber la ciudadanía… no es el momento para hacer este referéndum, porque no le compete al Tribunal Supremo Electoral,” afirmó el dirigente, refiriéndose a la ley 297, que según él, establece limitaciones claras sobre el alcance de dichas consultas populares.

El dirigente del transporte señaló que la aprobación de una medida como la eliminación de la subvención podría desencadenar una inflación similar a la vivida en Bolivia durante la crisis económica de 1984, advirtiendo que el impacto sobre la economía nacional sería devastador.

Exigencia al Gobierno: Garantizar la Gasolina Especial

Silva fue enfático en su demanda de que el Gobierno garantice la venta de gasolina especial al precio subvencionado de 3.74 bolivianos por litro, una medida que consideró esencial para mantener la estabilidad del sector del transporte. “Como transportistas quiero pedirle lo primero, garantizar el combustible del Bs 3.74,” declaró Silva, advirtiendo que cualquier cambio en este precio afectaría gravemente a los trabajadores del transporte y, por ende, a la economía nacional.

El dirigente también propuso soluciones alternativas, como mantener el precio subvencionado solo para los vehículos con placas rojas (servicio público), mientras que los vehículos privados pagarían el precio internacional del petróleo. Además, mencionó la posibilidad de desarrollar una planta para producir diésel sintético, lo que reduciría la dependencia del país de los combustibles fósiles importados. “Les decimos al gobierno que pueda poner en práctica… en seis meses ya estaría produciendo 200,000 litros por día,” indicó Silva.

Reacción del Gobierno: Debate sobre la Subvención

El presidente, en declaraciones recientes desde Sapahaqui, reiteró la necesidad de debatir sobre la eliminación de la subvención a los hidrocarburos, argumentando que esta medida es crucial para liberar recursos que podrían destinarse a la entrega de obras públicas. Sin embargo, Silva rechazó esta postura, insistiendo en que la responsabilidad de ejecutar políticas sobre hidrocarburos recae exclusivamente en el Gobierno y no debe ser delegada al pueblo a través de un referéndum.

El rechazo al referéndum consultivo por parte de los choferes marca un nuevo capítulo en el debate sobre la política de hidrocarburos en Bolivia. La exigencia de garantías para la venta de gasolina especial y las propuestas alternativas presentadas por el sector del transporte subrayan la complejidad del desafío que enfrenta el Gobierno al intentar equilibrar la necesidad de reformas con la estabilidad económica y social del país.

ANDINA