La Paz, Bolivia – En una entrevista reciente, Gary Rodríguez, Gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), reveló cifras preocupantes sobre el déficit comercial del país en el primer trimestre de 2024. Según Rodríguez, Bolivia registró un déficit de 457 millones de dólares, excluyendo exportaciones y efectos personales. Esta situación se atribuye principalmente a una significativa caída en las exportaciones y, en menor medida, en las importaciones.
Caída en Exportaciones e Importaciones
Las exportaciones bolivianas han sufrido una disminución del 33% en valor y del 13% en volumen en comparación con el mismo período del año anterior. En términos absolutos, esto representa una pérdida de 730 millones de dólares. Las importaciones también se han reducido, con una caída del 16% en valor y del 11% en volumen, lo que equivale a 438 millones de dólares menos en términos absolutos.
Impacto en Sectores Clave
El sector minero, a pesar de un incremento del 28% en volumen, experimentó una caída del 38% en valor, lo que se traduce en 553 millones de dólares menos en exportaciones. Por otro lado, el sector de hidrocarburos registró un descenso de 136 millones de dólares. Estas caídas son alarmantes debido a la dependencia del país en estos sectores para la generación de ingresos.
Exportaciones No Tradicionales
Las exportaciones no tradicionales, que incluyen productos agropecuarios, agroindustriales, forestales, madereros, manufactureros y artesanales, también mostraron una disminución, aunque más moderada. Entre enero y marzo, estas exportaciones cayeron en 42 millones de dólares. Rodríguez destacó que, a pesar de esta caída, la diversificación de productos y mercados en este sector reduce el impacto comparativamente con los sectores minero y de hidrocarburos.
Necesidad de una Agenda Público-Privada
Rodríguez hizo un llamado urgente para la creación de una agenda público-privada y un gran pacto social productivo, enfatizando la necesidad de trabajar en la productividad, competitividad, apertura de mercados, facilitación de exportaciones y seguridad jurídica para la inversión. Según él, estas medidas son cruciales para evitar situaciones económicas adversas y mejorar los resultados en el corto plazo.
«Hoy más que nunca, frente a un escenario donde escasea el dólar y hay incrementos de costos de producción y precios de los productos, necesitamos volver a la normalidad. Esto se puede lograr con mayor productividad y competitividad, pero para eso necesitamos un trabajo conjunto entre el sector público y privado», afirmó Rodríguez.
Perspectivas y Soluciones
La solución a la actual crisis económica pasa por aumentar la productividad y competitividad, y esto solo es posible a través de un esfuerzo conjunto entre el gobierno y el sector privado. La apertura de mercados, la facilitación de exportaciones y la creación de condiciones favorables para la inversión son pasos esenciales que deben tomarse con urgencia.
Rodríguez concluyó que, si se brindan las condiciones necesarias al sector agropecuario, agroindustrial y forestal maderero, es posible revertir la situación en un plazo de tres a seis meses. Este enfoque permitiría a Bolivia enfrentar de manera más efectiva el desafiante panorama internacional y reducir el déficit comercial que actualmente afecta al país.