Mario Seña, dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) y del Pacto de Unidad «Arcista», ha ofrecido declaraciones contundentes respecto a la legalidad del reciente Congreso del MAS y las amenazas de convulsión social por parte de ciertos grupos. En una entrevista con medios de comunicación, Seña abordó varios temas, desde la transparencia del proceso electoral hasta la responsabilidad del Tribunal Supremo Electoral.
Durante la entrevista, Seña destacó la impecable ejecución del Congreso del MAS, subrayando la presencia de representantes del Tribunal Supremo Electoral para verificar el proceso. Insistió en que no hubo problemas durante el evento y que se alcanzó un consenso sin precedentes para elegir el nuevo directorio. Expresó confianza en que el Tribunal Supremo Electoral certificará el proceso y emitirá las credenciales correspondientes en breve.
Sin embargo, Seña también reconoció la posibilidad de que el Tribunal Supremo Electoral objete el proceso, aunque afirmó que se han seguido todos los procedimientos establecidos. Ante la hipotética situación de objeción, señaló que la población está en alerta y podría manifestarse en protesta, pero enfatizó que confían en la legitimidad del Congreso.
En cuanto a las amenazas de convulsión social por parte de ciertos grupos, Seña las calificó como «lamentables» y aseguró que no representan a las organizaciones sociales legítimas. Condenó enérgicamente cualquier intento de generar disturbios que afecten al pueblo boliviano y aseguró que no permitirán que la situación se salga de control. Subrayó la importancia de respetar el territorio y la voluntad del pueblo, haciendo hincapié en que las organizaciones merecen respeto y no pueden ser coaccionadas.
Las declaraciones de Mario Seña reflejan la determinación del MAS y del Pacto de Unidad «Arcista» de defender la legalidad de su Congreso y rechazar cualquier intento de generar convulsión social. Estas palabras resaltan la importancia de la estabilidad y la legalidad en el proceso político boliviano, así como la necesidad de respetar la voluntad del pueblo y las instituciones democráticas.
JR/Andina